Lambretta: la mítica marca de motos intenta recuperar su pasado glorioso
Dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor, y en este caso el refrán tiene toda la razón del mundo. Sin entrar a realizar valoraciones, acudimos expectantes a la lucha entre un maremágnum de marcas, licencias, propietarios, modelos y fabricantes en un batiburrillo inmenso por intentar conseguir cada uno sus derechos sobre una marca tan mítica y legendaria.
Para intentar aclararnos en todo este lío, decir que Lambretta (bajo el nombre de LAMBRETTA Motolife Italia) presentó el pasado EICMA 2011 sus modelos y aprovechó para publicitar a bombo y platillo la marca. Actualmente tiene una buena parte de modelos (a los que corresponden todas las imágenes que ves en este post), como la LN 125, LN 151, LJ 50 y LT50. En 2010 otras compañías afiliadas, como Scooter Asia (TBS), deciden lanzar con sub-licencias distribuciones de las Lambrettas, y, a la vez, varios fabricantes taiwaneses producen -bajo licencia, o no- sus propios scooters Lambretta para representantes sin capacidad de producción (pero sí, supuestamente, con licencia para utilizar ese nombre).
Así las cosas, Lambretta Consortium, que se dice ser el auténtico depositario de la marca Lambretta, intenta luchar contra las falsificaciones con el fin de que las LN 125, LS 125 y demás, puedan venderse bajo su nombre. Según ellos, quieren proteger los derechos de marca, que usan dos ex-licenciatarios (o lo que es lo mismo: dos firmas que tenían licencia de uso de la marca, pero que ya no la tienen), que son Clag International, en Irlanda, y Motom Electronics Group de Italia.
Los fabricantes de las motos para ellos son Her Chee Industrial (Adly) y Gamax Moto Corporation, porque, como te acabamos de contar, los que tienen -o dicen tener, vaya- la licencia, no tienen capacidad de fabricación.
Según Lambretta Consortium, hay incluso distribuidores y revistas específicas del sector de las dos ruedas que ni se han enterado de que tales marcas son "ilegales" (e, incluso, de que la fabricación de la moto es simplemente una remarca de un modelo, que no están fabricadas directamente por Lambretta).
Y ahí siguen en esta guerra ensarzada por, unos, intentar proteger sus derechos y la historia de Lambretta y sus "motonetas" (lo que hoy conocemos todos como "scooters", puedes leer más de eso aquí), y otros, que intentan vender sus scooters intentando rescatar el nombre de Lambretta, no se sabe si por un genuino interés en ver otra vez esta mítica marca sobre el asfalto, o por simples intereses económicos.
Sea como fuera, las Lambrettas de antes nunca volverán. Y las de ahora... bueno, eso está en manos de abogados.
Si quieres más información de este lío, puedes acudir a la página web de Lambretta aquí y aquí.
| Redacción: Revista Scooter
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