Cada vez se están poniendo más de moda este tipo de chaquetas (o chalecos, más propiamente, como es el caso que nos ocupa) para aumentar nuestra seguridad en trayectos tanto cortos como largos (ya hemos hablado alguna que otra vez de estas prendas). Y es que una caída en moto, aunque sea a velocidad baja, puede tener consecuencias bastante dramáticas (sobre todo si ocurre entre el salvaje tráfico urbano).
Peugeot, después de ser pionera en equipar modelos de scooter con ABS, es ahora la primera en ofrecer un chaleco reflectante, que, aparte de la utilidad común de servir de equipo de alta visibilidad, también sirve de airbag en caso de caída. La prenda ha sido desarrollada junto con los franceses de Helite/Protairbag, y dispone de un mecanismo (parecido al de las motos de agua para desactivar el motor en caso de caída) delantero con un muelle que se engancha a la propia moto. En caso de caída, se desprende el conector y los cojines de aire (realizados en poliuretano de alta resistencia) se infran en sólo 0.1 segundos, creando con ello una capa protectora que nos amortigua el golpe con el duro asfalto, la acera... o lo que haya.
Tras unas pocas decenas de segundos, el chaleco vuelve a recuperar su forma original. Para volver a tenerlo operativo no tendrás que comprarte otro: simplemente con sustituir el cartucho de gas (con CO2, no inflamable ni tóxico) bastará para que vuelva a cumplir su función.
El chaleco se puede usar en todo el año (se me ocurre un buen recurso en verano, cuando a tantos moteros "les molestan" las cazadoras y suelen correr excesivos riesgos en sus desplazamientos cortos con una simple camiseta...), ya que, además, gracias a su tejido en malla está muy ventilado.
El peso del chaleco (cuyo nombre es Gilet) es bastante (950 kg.), y se puede adquirir en color fluorescente amarillo o en negro (este último para quien no quiera "destacar" demasiado y lleve prendas accesorias de seguridad). Hay tamaños para todos los gustos, desde la talla S hasta la XL, y su precio es algo elevado, pero también hay que tener en cuenta que, al contrario que el airbag de los coches, nos durará "bastante tiempo": en torno a los 450 € (incluye el propio chaleco, cable y cartucho de aire). Cada cartucho cuesta, además, 30 € (aproximadamente), y el cable de conexión, que también se puede adquirir aparte, cuesta en torno a los 25 €.
El único inconveniente que se me ocurre es que se nos olvide "enchufado" al bajar del scooter y se inflame de repente... En cuyo caso tendremos que gastarnos otros 30 € por la botellita de aire. Pero más dura es la caída.
| Redacción: Revista Scooter
