Los deseos de libertad de la ciudadanía tras el confinamiento por la COVID-19 han quedado evidentes tras las últimas cifras conocidas de ventas de motocicletas y bicicletas. Ambos vehículos, muestra inequívoca de autonomía e independencia en cuanto a movilidad, llevan experimentando desde hace meses una destacable subida en el número de matriculaciones. Por ejemplo, en el pasado mes de marzo, según cifras de Anesdor (firma que representa a los principales fabricantes de motocicletas y ciclomotores en España) se ha experimentado una subida en el número de matriculaciones del 67,6%. Esto incluye también a los ciclomotores, que han tenido un aumento de matriculaciones del 21,6% en sus principales mercados europeos (Alemania, Bélgica, España, Francia, Italia y Países Bajos).
Pero para disfrutar plenamente de la movilidad en motocicletas y ciclomotores es esencial hacerlo con un buen seguro, algo que no es sencillo dado el extenso parque existente, la amplia oferta de motocicletas y ciclomotores, su variada gama, y las diferentes compañías que operan, cada una con sus peculiaridades y requisitos.
Además del seguro, también es vital el equipamiento para poder desplazarnos con una mínima comodidad, no solo la obligatoriedad de usar casco, sino que los guantes y un calzado adecuado que impida que el pie se deslice es de enorme importancia, además de una chaqueta cómoda, impermeable en invierno y refrescante en verano. Todo ello, junto con un mantenimiento de nuestra moto para tenerla en condiciones adecuadas de funcionamiento (debemos revisar neumáticos, su estado y presión, así como niveles de aceite y, si es nuestro caso, también de refrigerante) hará que nuestra experiencia durante los trayectos sea más gratificante, y nos permitirá desplazarnos, sea como medio habitual o esporádico de fines de semana, con confianza y tranquilidad.
Por último, tenemos que vigilar especialmente si guardamos nuestra moto en un garaje o la dejamos en la calle, en este último caso las inclemencias del tiempo hacen que los líquidos, la batería y los neumáticos sufran más y, en ocasiones, lleguen a desgastarse prematuramente. Tener la motocicleta expuesta durante buena parte del día al sol hace que envejezca no solo en sus decoraciones, y que que quede deslucida, sino también en aspectos que pocas veces se tienen en cuenta, como son las diferentes canalizaciones y cableado. Si tienes que tener tu motocicleta aparcada a la intemperie, trata de hacerlo en un lugar resguardado o, en caso de no ser posible, cubrirla por una funda específica que se puede encontrar en establecimientos especializados. Sobra decir que por la noche es altamente recomendable dejarla en un garaje cerrado, a temperatura constante, y bien protegida.
| Redacción: Revista Scooter
